El 2 de febrero de 2024, un incendio devastador azotó nuestra comunidad, causando un desastre inimaginable. Muchas familias de la Iglesia Anglicana de Chile se vieron afectadas, y las iglesias locales comenzaron a apoyarse mutuamente. Incluso, diversas diócesis de nuestra provincia organizaron campañas de ayuda y colectas para cubrir las necesidades inmediatas, como la creación de ollas comunes y la compra de bienes de primera necesidad, esenciales para aquellas familias que requerían electricidad para sus medicamentos.
Tras realizar un diagnóstico, descubrimos que dos familias habían perdido todo y no contaban con seguro, quedándose solo con lo puesto. Una de estas familias es la de la hermana Inés Vega y Mauricio, ambos miembros de la Iglesia Vida Nueva ubicada en Canal Beagle, Viña del Mar.
La vinculación de las iglesias locales junto con la Fundación CAMDES fue fundamental para unir fuerzas y ofrecer ayuda alineada con nuestras misiones de misericordia y servicio social. Gracias a estas gestiones, no solo conseguimos los recursos para la reconstrucción de la vivienda, sino que también, al postular CAMDES a un fondo internacional para ayuda humanitaria (https://ardf.org/), pudimos ofrecer el equipamiento completo de su hogar.
El 26 de junio, hicimos entrega de la primera etapa de equipamiento, que incluyó lavadoras, secadoras, muebles de cocina, repisas para baño, TV, sillones, horno eléctrico, microondas, entre otros. Este logro no habría sido posible sin el apoyo de toda la Iglesia Nacional y la Diócesis de Valparaíso.
Agradecemos a Dios por la participación de los voluntarios representantes de distintas iglesias de la diócesis, quienes asistieron para ayudar y servir a nuestros hermanos en la fe. Tuvimos la grata presencia de representantes de la Iglesia anglicana Playa Ancha, San Pedro, Gómez Carreño, San Juan, Vida nueva y la iglesia de Antioquía, todas de las diócesis de Valparaíso.
La Fundación CAMDES sigue comprometida con la ayuda humanitaria y el servicio, fomentando que los dones de nuestros hermanos sean ofrecidos para apoyar a nuestra comunidad y a quienes más lo necesitan. Este compromiso refleja nuestra compasión, inspirada por el ejemplo de Cristo, quien se humilló por amor a los demás (Filipenses 2:3-11). En estos tiempos, alentamos a las iglesias a seguir viviendo en humildad y a cuidar de los intereses de otros, fundamentados en la obra de Cristo. No hay mejor respuesta práctica que la ayuda recibida en estos meses para satisfacer las necesidades de aquellos que más lo necesitan.
¡Gracias, Iglesia!
Equipo CAMDES